En dichas cartas, Carlo Maria Viganò pedía no ser transferido tras haber expuesto diversos actos corruptos en la Iglesia, exposición que costó millones a la Santa Sede.El nombre popular de "Vatileaks" es una combinación entre Vaticano y WikiLeaks, una organización que publica informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia de interés público.[2] Poco a poco el escándalo se hizo más conocido y fue en mayo de 2012, cuando Nuzzi publicó su libro titulado Su Santidad: los papeles secretos de Benedicto XVI, el cual consiste en la recopilación de cartas confidenciales entre el papa Benedicto XVI y su secretario personal.[1] Paolo Gabriele, quien había trabajado como mayordomo del papa desde 2006, filtró la información a Gianluigi Nuzzi.[5][8] Durante los cinco meses previos a la detención, documentos similares a los encontrados habían sido publicados por distintos medios italianos; en estos se podía observar las distintas acusaciones de corrupción, el abuso del poder y la falta de transparencia financiera con la que contaba el Vaticano.[10] El papa dijo que los "exagerados" y "gratuitos" rumores habían dado como resultado una mala imagen de la Santa Sede.No obstante, su secretario personal ha señalado que la renuncia no se debió a este escándalo: "Benedicto no renunció por culpa del pobre y mal aconsejado mayordomo, ni por los cotilleos sobre su apartamento y que en el caso 'Vatileaks' circularon por Roma como moneda falsa y se comerciaron en el resto del mundo como lingotes de oro.Ningún traidor, cuervo o periodista cualquiera habría podido empujarlo a tomar esa decisión.El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, no hizo ningún comentario sobre las observaciones hechas durante "una reunión privada".