[5][6] El 20 de octubre se iniciaron los temblores cuya intensidad fue en aumento, lo que alertó a los vecinos de Fuencaliente y las autoridades desplegaron las medidas de protección civil.
Se calcula que el volcán arrojó a la superficie unos 40 millones de metros cúbicos de lava.
La erupción provocó dos fallecidos, aunque uno de ellos no ha sido reconocido oficialmente, y otros dos heridos leves.
[9] Las coladas de lava cubrieron una superficie de 2.135.000 m², aunque no afectó a las zonas pobladas y la lava vertida al mar hizo ganar a la isla 290.000 m² de terreno.
[10] El volcán se convirtió en un atractivo turístico, y numerosos vuelos chárter y frecuencias especiales fueron programados para cubrir la demanda de pasajes de los turistas que querían ver el volcán.