Más tarde, ya entrado el siglo XVIII se construyó la casa del ermitaño, quedando el conjunto constituido por un vía crucis con sus 14 estaciones distribuidas entre cipreses y olivos y ubicadas en casalicios cuadrados rematados en chapitel de teja.
Desplaza hacia el lateral izquierdo de la finca se encuentra la ermita, que tiene a la derecha la casa del ermitaño y enfrente el pozo.
[3][4] La ermita es una pequeña capilla de planta rectangular y cubierta con bóveda de cañón en el interior, y externamente con tejado, a dos aguas, rematado en teja.
En su interior destacan también las imágenes de Cristo Crucificado, La Virgen y San Juan.
[3][4] Externamente presenta una puerta de acceso con dintel, sobre el cual se abre un óculo ovalado, terminando la fachada en una espadaña.