Esta limosna la recibirían a cambio de trabajar explanando el camino del calvario.
Así que el párroco propuso a los hombres del pueblo trabajar los domingo y festivos hasta medio día para conseguir la meta inicialmente ideada.
Trabajaron tanto hombres como mujeres y en poco más de un mes se había conseguido la explanación.
Esta ermita debía tener forma de cruz griega y estar rematada por cúpula.
Desde el pueblo se accede a ella subiendo hacia la loma por la calle San Cristóbal.