A este poblado vendrían a residir, como lo hacían en otros varios sitios, unos pocos frailes de Abellar que se encargarían de levantar una pequeña capilla y residencia para ellos mismos así como unas pequeñas casas para los criados y colonos que trabajaban la tierra.
Se comprobó que correspondían a la época y necesidades de esta pequeña población.
Así que ya tenemos un pequeño pueblo en San Salvador, con al parecer un oratorio o pequeña ermita en el mismo poblado, así como también una panera y una pequeña residencia para los frailes; según se deduce del estudio de los cimientos descubiertos durante la construcción del polideportivo municipal.
La ermita actual no parece que haya sido levantada antes del siglo XIV o quizá el XV.
No obstante dejaron como mixtos algunos terrenos junto a la ermita, que los repartieron bien entrado el siglo XX.