Está dedicada a San Joaquín y Santa Ana, pero su advocación más popular es la de San Engracio mártir, cuyas reliquias se veneran en el templo parroquial.
[2] El edificio tiene una fachada que acaba en un hastial rematado por una espadaña con tejadillo.
Se cubre con bóveda vaída de dos tramos partida por un arco fajón.
El suelo es ajedrezado y las paredes están recorridas por un zócalo oscuro.
El altar es neoclásico, y en su hornacina acristalada se encuentra una imagen de San Engracio, realizada en 1942 por Josep Maria Bayarri.