En origen esta ermita se encontraba extramuros, junto a un aljibe conocido como La Alcubilla, considerado como la primera conducción de agua que se realizó a la ciudad.[2] La portada de la ermita es de gran sencillez, tan sólo perfilada por un doble baquetón con orejetas y frontón triangular, flanqueado por jarrones a ambos lados en cuya base se sitúan los escudos de la ciudad.[3] El entorno de esta ermita ha permanecido casi inalterado desde hace cuatro siglos, al tiempo que la conservación del edificio es llevada a cargo por la Hermandad del Perdón.[7] Está fuente se conserva actualmente, en el contexto de un parque público.[10] Debido a ello el templo está incluido en la lista roja de Hispania Nostra.