Las ruinas de esta iglesia se hallan junto a la hacienda del mismo nombre, dominando el valle del Guadiamar, cerca de la carretera que une Benacazón con Aznalcázar.
Está construida en ladrillo y tapial, contando con algunos elementos de cerámica vidriada en turquesa y manganeso en las ventanas.
En origen estuvo cubierta por bóvedas esquifadas de dieciséis lados.
La capilla mayor es posiblemente el elemento más antiguo del conjunto.
En el pilar del lado del Evangelio se observa la huella de los nimbos de una pintura mural medieval que representaría a la Virgen con el Niño.