Erlyn Hurtado

Ya en Costa Rica, se dedicó a trabajar en diversas fincas, en varias partes del país.

También fue guarda de seguridad y en ocasiones reparaba electrodomésticos para sus vecinos, quienes le conocían por ser servicial, se sabía que en ocasiones consumía licor pero nunca se le conoció por ser una persona violenta.

Luego de atacar diversas agencias bancarias y comercios (sobre todo en zonas rurales), se refugiaban en parajes montañosos, pues estaban familiarizados con la vida en el campo.

No parecía haber un cabecilla visible en la banda, sino que los actos se diseñaban en conjunto.

Como los demás hechos de la banda, empezó como un atraco, conocido como el Caso Monteverde.

Eduardo Rodríguez Cruz, empleado de seguridad del banco, intercambió disparos con los criminales, pero al comenzar a terminarse sus municiones, se encerró en su módulo de seguridad, y ahí permaneció hasta que concluyó la situación, incluso orinando en su casetilla (según las propias declaraciones de Rodríguez, usó un pañuelo impregnado con orina para taparse la nariz, debido al fuerte olor que despedían los cadáveres).