Caso Monteverde

El asaltante restante mantuvo secuestrado a las personas que estaban en el banco.

Este hecho dejó como saldo a nueve personas muertas y once heridos.

Al final, de los asaltantes sólo sobrevivió Erlyn Hurtado.

Eduardo Rodríguez Cruz, empleado de seguridad del banco, intercambió disparos con los criminales, pero al comenzar a terminarse sus municiones, se encerró en su módulo de seguridad, y ahí permaneció hasta que concluyó la situación, incluso orinando en su casetilla (según las propias declaraciones de Rodríguez, usó un pañuelo impregnado con orina para taparse la nariz, debido al fuerte olor que despedían los cadáveres).

[1]​ El asalto concluyó cuando la última rehén, Elizabeth Artavia, lo convenció de entregarse a la policía.