Ergilio Hato

El apellido de su madre era Hatot, pero el Registro Civil no podía poner el nombre, por lo que decidió colocarle el nombre de Ergilio y apellido "Hato".

Casi todo el día, en los patios escolares se dedicaba a la práctica del fútbol, durante los descansos y después de clases.

Una gran decepción para los holandeses, y un enorme testamento al talento innato del fútbol de Curazao a pesar de sus recursos limitados y su pequeño tamaño.

[5]​ También participó en la primera fase de las eliminatorias rumbo al Mundial 1958 jugando dos partidos[6]​ ante Costa Rica (derrota, 1-2) y Guatemala (victoria, 3-1).

Curazao fue campeón del torneo,[8]​ con destacada actuación de Ergilio Hato, quien solo concedió 1 gol en 4 partidos y se dio el lujo de marcar un penalti ante el Feyenoord.