Aquella primavera había sido muy lluviosa en Sevilla, produciéndose inundaciones en barrios enteros de la ciudad, en particular la Alameda de Hércules, por la que se navegaba con barcos.El episodio de 1649 constituyó la mayor crisis epidémica padecido por la ciudad en toda su historia moderna.Miles de personas perdían la vida todos los días y aunque el contagio afectó a toda la ciudad, alcanzó su máxima virulencia en los barrios más pobres y hacinados como el de Triana.Se narra que en la explanada que se abría entre la muralla y el Hospital de las Cinco Llagas (actual Parlamento de Andalucía), situada en lo que hoy es la Ronda Histórica, se congregaba una multitud esperando cama en el hospital.[1] Según Ortiz de Zúñiga, La epidemia supuso un golpe muy duro para la ciudad.