Según la tradición, la Iglesia en la India fue fundada por Tomás el Apóstol, quien habría llegado a Muziris cerca de Cranganore (hoy Kodungallur) el 21 de noviembre de 52 y fundó 7 iglesias en el área.
Desde el siglo IV la Iglesia india entró en relaciones con la Iglesia persa de Seleucia-Ctesifonte (también llamada nestoriana).
El catolicós de la Iglesia del Oriente enviaba un obispo a Cranganore, que usaba el título de metropolitano y puerta de toda la India.
[2] Una sede titular católica es una diócesis que ha cesado de tener un territorio definido bajo el gobierno de un obispo y que hoy existe únicamente en su título.
Continúa siendo asignada a un obispo, quien no es un obispo diocesano ordinario, pues no tiene ninguna jurisdicción sobre el territorio de la diócesis, sino que es un oficial de la Santa Sede, un obispo auxiliar, o la cabeza de una jurisdicción que es equivalente a una diócesis bajo el derecho canónico.