Enverdecimiento del desierto

No se aplica a las regiones cubiertas de hielo o permafrost.

Reverdecer los desiertos puede ayudar a paliar las crisis mundiales de agua, energía, alimentos, clima y migración.

[3]​ En español existen desde hace muchos años los verbos verdear (tirar a verde, cubrirse de hojas),[4]​ del que deriva el sustantivo verdeo (recolección de aceitunas inmaduras;[5]​ verdeamiento no está recogido por la RAE), y reverdecer (cobrar nuevo verdor),[6]​ del que deriva el sustantivo reverdecimiento, usado generalmente en sentido metafórico.

También existe enverdecer,[7]​ que se emplea en sentido más prácticoː plantar vegetación en entornos áridos.

El término "reverdecer" lleva implícito el significado de que algo vuelva a ser verde.

Una vez obtenida el agua dulce o de mar, se debe distribuir.

Esto se puede hacer utilizando canales excavados o, en algunos casos, acueductos (que son la opción menos atractiva, ya que permiten que se evapore mucha agua), zanjas poco profundas (como las utilizadas en el Proyecto Keita), tuberías de loza (semiabiertas o cerradas) o incluso sistemas subterráneos, es decir, qanāt .

Los árboles almacenan agua, inhiben la erosión eólica y pluvial del suelo, elevan el agua de los acuíferos subterráneos, reducen la evaporación después de la lluvia, atraen animales (y, por tanto, fertilidad a través de sus heces), aportan materia orgánica al suelo circundante (hojas caídas, frutos), favorecen el crecimiento de plantas más pequeñas (hierbas, arbustos) que pueden cubrir totalmente el suelo (haciendo que retenga más agua tras fuertes lluvias, y que la pierda más lentamente en períodos secos) y pueden provocar que caiga más lluvia (por la reducción de la temperatura y otros efectos), si el área plantada es lo suficientemente grande.

[14]​ Algunos de los efectos beneficiosos para el enverdecimiento del desierto que ofrecen los árboles también pueden ser proporcionados por determinados edificios.

[22]​ Según Foreign Affairs, el programa consiguió que el modelo económico de la región pasara de la agricultura industrial y el pastoreo, ecológicamente perjudiciales, al ecoturismo, la fruticultura y la silvicultura, beneficiosos para el medio ambiente.

La introducción de especies arbóreas exóticas en el desierto para plantaciones se ha vuelto necesaria.

UU., Rusia, Zimbabue, Chile, Perú y Sudán se han probado en el desierto de Thar.

La jojoba es otra especie prometedora de valor económico que se ha encontrado adecuada para plantar en estas áreas.

La Gran Muralla Verde del Sahara y el Sahel es un proyecto adoptado por la Unión Africana en 2007, concebido inicialmente como una forma de combatir la desertificación en la región del Sahel y frenar la expansión del Sáhara mediante la plantación de un muro de árboles que se extendería por todo el Sahel desde Yibuti (ciudad) hasta Dakar.

En marzo de 2019 se había completado el 15 % del muro con avances significativos en Nigeria, Senegal y Etiopía.

Además, los donantes internacionales parecen estar a favor de invertir en naciones más estables, eligiendo qué proyectos financiarán y dejando atrás a las naciones con gobiernos menos estables.

Una imagen satelital del Sahara , el desierto caliente más grande del mundo y el tercer desierto más grande después de la Antártida y el Ártico.
Lago Tuendae, un estanque artificial en el Centro de Estudios del Desierto Zzyzx en el desierto de Mojave