En hidrología, oasificación es el antónimo de desertificación por aridez edáfica.
Para favorecer el proceso de oasificación el hombre debe aplicar una serie de métodos que densifiquen y lignifiquen la cubierta vegetal, o lo que es lo mismo, reviertan el proceso de degradación hídrica, edáfica y botánica que padece una ladera, mediante una correcta preparación del suelo e introduciendo las especies vegetales adecuadas.
Además de cosechar agua se recolectan nutrientes, semillas y suelo, por lo que al mismo tiempo se logra el control de la erosión hídrica, tan frecuente en las zonas áridas y semiáridas.
En este mismo sentido se expresan Ludwig et al.
1997, cuando describen que en las laderas de climas semiáridos en Australia existen sumideros naturales (cada árbol, mata, macolla o depresión del terreno) que se ven enriquecidos al capturar el agua, el suelo y los nutrientes de las zonas adyacentes.