Muchos lignanos vegetales en la dieta, tales como secoisolariciresinol, matairesinol, lariciresinol, pinoresinol y sesamina, pueden ser metabolizados por microbios intestinales a enterolactona.
[2][3][4] En las plantas comestibles los lignanos están unidos a la fracción de fibra y por tanto ricos en fibra de productos alimenticios, tales como cereales, verduras, frutas y bayas, son generalmente buenas fuentes de lignanos y enterolactona.
[9][10] Enterolactona se sugiere que posee efectos beneficiosos para la salud en los seres humanos.
En estudios epidemiológicos, menores concentraciones de enterolactona se han observado en pacientes con cáncer de mama en comparación con los controles sanos, lo que puede sugerir que la enterolactona es anticancerígena.
La enterolactona y los lignanos también pueden ser protectores de la enfermedad cardiovascular.