[2] Como otros miembros del orden de los octópodos, usa pigmentos especiales en su piel para cambiar de color y camuflarse en rocas, plantas e incluso corales.
El que ostenta el récord hasta ahora es un ejemplar de 9 metros y 272 kilogramos.
Se ha comprobado en diversos ensayos de laboratorio que puede aprender observando, por ejemplo, destapando frascos imitando a otros pulpos y salir de laberintos creados por el hombre.
[3] En verano los ejemplares que han alcanzado la madurez sexual migran a aguas profundas para aparearse.
[3] En otoño e invierno vuelven a aguas de poca profundidad, donde la hembra incuba hasta 100.000 huevos puestos en hileras pegadas al techo de hendiduras.