Enriqueta Pinto Garmendia fue una de las figuras más representativas de la aristocracia chilena, hija del presidente Francisco Antonio Pinto y de la patriota argentina Luisa Garmendia Alurralde y hermana de Aníbal Pinto Garmendia, que también ocuparía la jefatura del Estado (1876-1881).
La familia Pinto Garmendia reunía, a través de lazos de sangre y personales, las más altas influencias de las sociedades chilena y argentina durante el siglo XIX.
La futura primera dama de Chile nació en Tucumán, de donde era su madre, y llegó a Chile en 1820 cuando su padre, entonces coronel, regresó trayendo consigo a su familia.
La pareja tuvo siete hijos: dos varones, Manuel (1842-1899; militar y político) y Gonzalo (casados respectivamente con Elena Calvo Cruchaga y Carmela Correa Sanfuentes), y cinco mujeres: Enriqueta (marido: José Luis Larraín), Lucía (Ruperto Vergara Rencoret), Carmela (Adolfo Ortúzar Gandarillas), Elena (Ángel Ortúzar Montt) y Luisa (Luis Dávila Larraín).
La «presidenta» —como llamaban en el siglo XIX a la primera dama, término este que todavía no se usaba— fue la primera dueña de casa del palacio de La Moneda —Bulnes trasladó allí la residencia y sede de gobierno en 1846—[2] y la convirtió en el centro de la vida intelectual chilena, reuniendo a diario una tertulia donde brillaron el pensamiento de Andrés Bello, Ignacio Domeyko y Claudio Gay, entre otros.