Su memoria versó sobre “Derechos Aduaneros”, especializando su profesión en temas comerciales.
Muy joven ingresó al Partido Nacional, seguidor del ideal Montt-Varista.
Fue elegido Diputado suplente por La Serena en 1912, pero no ocupó la titularidad.
Posteriormente se dedicó a la agricultura en la zona del Elqui, donde poseía vastas tierras familiares, las cuales convirtió en viñedos.
Dedicó su tiempo a instruir a su hijo, el futuro diputado Enrique Rodríguez Ballesteros, educándolo en Leyes y en política, para que siguiera en la línea conservadora.