Según algunas fuentes, él era descendiente de españoles; Alexander von Humboldt, en su Ensayo Político sobre el Reino de la Nueva España afirmó que era alemán u holandés y en otras fuentes se afirma que era mexicano educado en España.
La duda sobre la nacionalidad de Heinrich Martin no quedó resuelta sino hasta que el historiador Francisco Fernández del Castillo encontró, en un proceso inquisitorial, una declaración hecha por el mismo Martin, en la cual menciona que es alemán.
Fue esta fe y su conocimiento en distintas lenguas lo que lo llevaría a servir como intérprete de la Santa Inquisición, en 1599.
Se eligió al ingeniero de los Países Bajos españoles Adrian Boot, que llegó a México en 1614.
Irónicamente mucho de las letras incautadas las había tallado meses antes el mismo Enrico Martínez para la imprenta que pretendía poner Cornelio Adrián.
[5] Enrico Martínez abrió su imprenta en 1599 gracias al material que recibió, incluida la prensa que Cornelio Adrián había estado haciendo poco antes en estas tierras, esto lo supone Juan Pascoe[6] porque a su llegada a México Cornelio no registró ninguna prensa y, además, traer una del Viejo Continente resultaba demasiado laborioso para un solo hombre.
Sin embargo, sus prensas volvieron a la actividad dos años después, ahora bajo la dirección de su hijo Juan Ruiz.
Al no contar con el extenso surtido tipográfico que llegaron a tener Espinosa o Pablos, él mismo talló muchos de sus alfabetos e imágenes, logrando imprimir libros bellos y notables.
Enrico Martínez no vino a México con el propósito de poner una imprenta, tampoco era su intención desempeñarse como tallador y grabador.
Gracias al gran trabajo de investigación de Juan Pascoe[7] en torno a este impresor y tallador, es posible recrear y comentar la forma en que Enrico talló sus fuentes tipográficas.
Además, es la que utilizó para imprimir su obra más célebre, el Repertorio de los tiempos.
Los últimos dos alfabetos creados por Enrico quedaron inconclusos, en uno solo talló las letras bajas completas, de las altas sólo cortó algunas, resulta ser un tipo cursivo mejor logrado que el primero, regular y con cierta gracia.