Las enfermedades prevenibles por vacunación más comunes y graves de las que se ocupa la Organización Mundial de la Salud (OMS) son: difteria, infección por Haemophilus influenzae serotipo b, hepatitis B, sarampión, meningitis, paperas, tos ferina, poliomielitis, rubéola, tétanos, tuberculosis y fiebre amarilla.[1] Cuatro enfermedades fueron responsables del 98% de las muertes evitables por vacunas: sarampión, Haemophilus influenzae serotipo b, tos ferina y tétanos neonatal.Además, es posible que una vacuna contra una enfermedad determinada no se recomiende para su uso general en un país determinado, o que se recomiende sólo a ciertas poblaciones, como los niños pequeños o los adultos mayores.Si una enfermedad que se puede prevenir con una vacuna no es común en un país, es poco probable que los residentes de ese país reciban una vacuna contra ella.Por ejemplo, los residentes del Canadá y los Estados Unidos no reciben sistemáticamente vacunas contra la fiebre amarilla, lo que los hace vulnerables a la infección si viajan a zonas en que el riesgo de fiebre amarilla es mayor (regiones endémicas o de transición).