Síndrome de Sjögren
Se considera una enfermedad sistémica porque puede afectar a diferentes órganos y producir gran variedad de síntomas.El síndrome Sjögren se incluye dentro de las enfermedades autoinmunes porque el sistema inmunitario del cuerpo reacciona por causas desconocidas contra su propio organismo, así se producen autoanticuerpos que lesionan diferentes glándulas, entre ellas las glándulas salivares y lagrimales.El síndrome de Sjögren puede aparecer asociado con diversos trastornos, la mayoría de los cuales son enfermedades autoinmunes o reumáticas, tales como la enfermedad celíaca,[2][3][4] la fibromialgia, las tiroiditis autoinmunes, la esclerosis múltiple, las espondiloartropatías,[5] y ciertos procesos malignos, principalmente el linfoma no-Hodgkin.Cuando existe afectación pulmonar, glomerulonefritis o vasculitis se recomiendan medicamentos inmunosupresores, entre ellos azatioprina, ciclofosfamida y corticoides.No debe confundirse con el síndrome de Sjögren–Larsson que es una entidad diferente descrita por Karl Gustaf Torsten Sjögren.