El agente causal es un virus de la familia Paramyxoviridae, subfamilia paramyxovirinae, género avulavirus.
Su viabilidad es muy alta, sobrevive durante largos periodos a temperatura de ambiente, especialmente en las heces.
En 1999 se encontraron resultados prometedores para el uso del virus de Newcastle en pacientes con cáncer.
Los investigadores probaron la nueva viro-terapia en catorce pacientes con gioblastoma multiforme y obtuvieron resultados prometedores por primera vez.
Además, las nuevas aves a introducir en un aviario deberían ser vacunadas previamente.