De acuerdo a la información recogida por cronistas hispanos durante el siglo XVI, la diversidad sexual en la cultura huancavilca era practicada de forma mucho más abierta que en el resto de pueblos indígenas que habitaban en los territorios que actualmente conforman Ecuador.
[2] También se han encontrado vestigios arqueológicos de la población huancavilca que retratan relaciones sexuales entre hombres y que podrían tener un origen mucho más temprano.
En 1982, se recuperó en la localidad costera de Olón una figurilla precolombina de arcilla que muestra a dos hombres teniendo sexo anal.
Algo común en estos registros es el contraste entre la aceptación de la que gozaban estas relaciones entre la población indígena y el rechazo que expresaron los cronistas para referirse a ellas, calificándolas como actos «abominables» o «nefandos».
Girolamo Benzoni, por su lado, se refirió a los huancavilcas como «sucios sodomitas».