Además, se investiga y revela el robo de un notebook a un joven, el cual es finalmente recuperado gracias a una supuesta compra hecha por un miembro del programa, para que luego Carabineros detuviese al vendedor y ladrón del computador.
En esta casa vive se les hace una trampa que desata las risas en la audiencia, a través de ruidos, cierres de puertas, y la extraña desaparición del «Tío Emilio» (quién supuestamente es un hombre enfermo, interpretado por Emilio Sutherland), los estafadores huyen despavoridos y sin siquiera cobrar el dinero.
Además les muestran una forma de conseguir un automóvil sin usar violencia y con unas latas para impedir futuros robos.
Por esto mismo, todo el momento fue grabado en un edificio cercano, donde Emilio Sutherland y un teniente de Carabineros vigilaban el montaje.
Además, se muestra un estafa relacionada con un falsa medición de aceite en las bencineras para los automóviles, también se muestra un pequeño robo que hacen gitanas, una de ellas intento engañar a Emilio una década antes sin resultado, pero esta vez siendo engañadas por Mauro.
El doctor Dencil ofrecía falsas promesas para sanar a pacientes y cobraba altas sumas de dinero, sin embargo, sus tratamientos no daban los resultados esperados.
Martín Cárcamo, Dash y Seba ayudaron a que este médico cayera en su propia trampa.
Un hombre finge tener fuertes ataques epilépticos en la vía pública para luego pedir dinero a la gente común.
Un lustrabotas estafador y un violento ladrón que abusa de sus víctimas son los nuevos objetivos del Tío Emilio.
El equipo encaró a la mujer (Inés Arap) que lo controla el lugar, aprovechando su orgullo con las personas de la tercera edad.
Una agresiva mujer y su hija llevan más de 3 años ocupando una casa sin pagar arriendo.