Emma Hamilton

Su padre, un herrero llamado Henry Lyon, murió cuando ella tenía dos meses de edad.Su madre, de soltera Mary Kidd, crio a Emy en Hawarden, pero sin ninguna educación formal.Se suponía que con ello ayudaba a la concepción, y las parejas estériles pagaban por probarlo.Por la misma época hizo amistad con uno de los invitados, el aburrido pero sincero Honorable Charles Francis Greville (1749-1809), segundo hijo del Conde de Warwick, y miembro del Parlamento por Warwick.Greville convenció a su tío, Sir William Hamilton, el legado británico en Nápoles, para que se hiciera cargo de Emma.Sir William y Emma volvieron a Inglaterra, donde obtuvieron el permiso del rey para casarse.Tras cuatro años de matrimonio, Emma ya no tenía esperanzas de tener hijos con Sir William, que probablemente era estéril, aunque lo describía como "el mejor marido y amigo".Emma y Sir William acogieron a Nelson en su casa, el Palazzo Sessa.Tras la fiesta, Emma se convirtió en secretaria y traductora del almirante, además de facilitarle contactos políticos.Hamilton siempre mostró admiración y respeto por Nelson, que le correspondió con sentimientos similares.En noviembre, las murmuraciones de Nápoles habían llegado a los periódicos ingleses, lo que convirtió en Emma Hamilton y Horatio Nelson en los británicos más famosos.[3]​ Emma no solo era amiga personal de la reina María Carolina, sino que había desarrollado una importante influencia política.En 1799 se produjo en Nápoles una extraña revolución, dirigida por miembros de la aristocracia, sin apoyo popular.Emma desempeñó un importante papel en el aplastamiento de la revolución, actuando como intermediaria, llevando mensajes entre Nelson y la reina.[6]​ Poco después Nelson fue llamado a Gran Bretaña,[7]​ lo que coincidió con la jubilación de Hamilton.Allí vivió abiertamente con Emma y Sir William, en un ménage à trois que fascinó al público.[9]​ Los periódicos contaban todos sus movimientos, y las mujeres se fijaban todo lo que hacía y llevaba Emma, que creaba tendencias de moda en ropa, decoración e incluso menús festivos.[3]​ Nelson volvió al mar poco después, dejando a Emma embarazada del segundo hijo de la pareja.Tras la muerte de Nelson, Emma agotó muy rápido la pequeña pensión que Sir William le había dejado, y contrajo muchas deudas.Nelson había dejado el grueso de su patrimonio a su hermano y aunque legó Merton Place a Emma, ella agotó sus finanzas intentando mantenerlo como un monumento al almirante.
Emma como Circe , por George Romney , 1782.
Lady Hamilton como bacante , por Marie-Louise-Élisabeth Vigée-Lebrun (1790-1791).
En A Cognocenti contemplating ye Beauties of ye Antique (1801), James Gillray caricaturiza la actitud de Sir William hacia el idilio entre Emma y Nelson. Emma está retratada como "Cleopatra" en el extremo superior izquierdo, y Nelson es el "Marco Antonio" que queda al lado.