En 1916, se convirtió en la primera magistrada mujer de Canadá y del Imperio Británico.Murphy formó parte del grupo conocido como "Las cinco famosas" (también llamado "Las cinco valientes"),[1] un grupo de activistas por los derechos de la mujer también conformado por Henrietta Muir Edwards, Nellie McClung, Louise McKinney y Irene Parlby.[3] En su libro The Black Candle, escribió: "Es muy poco creíble que el vendedor ambulante chino promedio tenga la idea definida de hacer caer a la raza blanca (sus motivos, probablemente, están relacionados con la avaricia), pero en manos de sus superiores pueden convertirse en un poderoso instrumento para lograr tal fin".[6] En aquella época, las leyes de propiedad no dejaban a las esposas con recurso legal alguno.El pedido de Murphy fue aprobado y se convirtió en la primera magistrada mujer del Imperio Británico.[9] En 1917, Murphy encabezó la batalla para lograr que las mujeres fuesen declaradas "personas" en Canadá, y, por lo tanto, pudiesen ocupar una banca en el Senado.El año anterior, el abogado Eardley Jackson había cuestionado su posición como jueza porque las mujeres no eran consideradas personas bajo el Acta de 1867.La campaña adquirió reconocimiento como "El caso Personas" y llegó a la Corte en marzo de 1928.Murphy y sus compañeras decidieron apelar al Comité Judicial del Consejo Privado, de Gran Bretaña.Canadá (Fiscal General)", el Consejo Privado declaró que la palabra "personas" incluida en la Sección 24 del Acta de 1867 se refería tanto a hombres como a mujeres, y, por tal motivo, las mujeres podían servir en el Senado.Murphy fallecería en 1933, sin haber cumplido su sueño de pertenecer a la Cámara superior del gobierno canadiense.
William Lyon Mackenzie King
revela una placa en conmemoración a las cinco mujeres de Alberta que llevaron a los tribunales el Caso Personas.