La cuenca está alimentada por varios manantiales que nutren de agua el embalse.
[2] Su ubicación sobre el acuífero de Grajales, compuesto por formaciones calizo-dolomíticas jurásicas que afloran sobre el vaso del embalse, le provocan pérdidas por filtración.
A ellas se les suman las pérdidas por evaporación media anual neta, cuantificadas en unos 307'5 mm/año.
Adicionalmente, la escasa cuantía de las aportaciones por escorrentía superficial (unos 13 hm³ medios anuales estimados) y por escorrentía subterránea (menos de unos escasos 3 hm³, procedentes del acuífero Fresnedilla-Pico Maleza), provoca que en períodos intensos de sequía no pueda responder a la demanda.
En este caso sería río «quiebra-ano», siendo -ano un sufijo que denota procedencia, pertenencia o adscripción.