El río Tajo discurre por su término municipal, en el que se encuentran los embalses de Bolarque, donde se origina el trasvase Tajo-Segura en la confluencia con el río Guadiela, y de la Bujeda y la antigua central nuclear José Cabrera, ya clausurada.
A mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 1265 habitantes.
[1] La localidad aparece descrita en el segundo volumen del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz de la siguiente manera: En la localidad vivió y trabajó como boticario el poeta León Felipe durante un año a principios del siglo XX, escribiendo durante este periodo su primer libro Versos y oraciones de caminante.
Es un municipio con amplia historia que cuenta con numerosas edificaciones de gran interés desde la época medieval de su fundación hasta otras más actuales pero no por ello de menor interés e importancia.
Edificaciones civiles como la casa del Comendador, el rollo, la torre del Reloj, las fuentes de la plaza Mayor, del Gobernador y del Coso, la plaza Mayor porticada, el ayuntamiento, la casa palacio de la condesa de San Rafael, el lavadero con sus fuentes, el manantial y lavadero de San Antón, el sistema de riego mediante acequias que atraviesan el pueblo, el poblado y presa de Bolarque, la central nuclear José Cabrera, el inicio trasvase Tajo-Segura (gran obra de ingeniería civil, con los gigantescos tubos de bombeo hasta "la chimenea", el canal que discurre, por dentro de la montaña hasta el embalse en La Bujeda) y numerosas casas con fachadas realizadas de sillería con amplias puertas labradas rectangulares o con arco de medio punto.