Es una relación importante por el contenido histórico y cultural que une a los dos países.Japón es el país más antiguo de Asia con el que Perú ha establecido relaciones diplomáticas a partir de 1873, mediante la firma del Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación.[1] Las relaciones amistosas entre los ambos países se rompieron en 1942 con la Segunda Guerra Mundial,[2] pero se normalizan con la entrada en vigor del Tratado de Paz con Japón en 1952.[3] Los peruanos de ascendencia japonesa tienen una fuerte presencia en el Perú, por ejemplo, el expresidente Alberto Fujimori y su hija, la candidata presidencial Keiko Fujimori, son japoneses-peruanos.[5] En Japón, actualmente, hay consulados generales del Perú en Tokio y Nagoya.