[1] Al principio se mantuvo la maternidad gracias a donaciones voluntarias que llegaban de Europa, pero tras el comienzo de la II Guerra Mundial, los fondos disminuyeron y comenzaron a llegar refugiados de Francia y el resto de Europa.
Principalmente eran mujeres judías que huían de la ocupación nazi.
Por ello, la maternidad se vio obligada a tener que asociar la maternidad con la Cruz Roja y acatar la política de esta sobre neutralidad.
Fueron muy hostigados por la Gestapo, llegando a ser detenida Elizabeth en una ocasión.
Salvaron aproximadamente a 400 niños españoles y 200 judíos procedentes de Europa.