Vivían en Salem desde 1688, cuando Samuel fue llamado desde Boston como nuevo ministro en la iglesia del pueblo.
El reverendo Parris intentó curarlas orando y con remedios caseros, pero no mejoraban.
Otras amigas de Betty y Abigail empezaron a tener los mismos ataques.
Una vecina, Mary Sibley, recomendó hornear un "pastel de brujas" para revelar si así era.
[2] En marzo, Betty dijo haber soñado con un "hombre de negro" que presumía ser el Diablo.
La familia lo encontró tan aterrador, que para salvarla, enviaron a la niña con unos primos lejanos, los Sewall.
En 1710 Betty, a los 27 años, se casó con Benjamin Baron, un granjero, comerciante, curtidor y zapatero.