Sus maestros fueron, entre otros, el tipógrafo Paul Renner y el pintor Willi Baumeister.
[3][4][5] Recibió encargos de las firmas Thonet, Dr. Oetker, Mouson y Metallgesellschaft.
A menudo, usaba su propia figura como objeto de sus secuencias fotográficas, así como para crear instantáneas.
[6] La colaboración con agencias como la Holland Press Service y la Schostal le permitió publicar sus fotografías en el ámbito internacional.
[1] A pesar de la pérdida de su cámara y demás equipo técnico en la guerra, Hase pudo reanudar su trabajo fotográfico en 1946, gracias a la ayuda de amigos emigrantes que le proporcionaron el material que necesitaba.