Una sustancia que se disocia en iones en solución o en fusión adquiere la capacidad de conducir la electricidad.
El sodio, el potasio, el cloruro, el calcio, el magnesio y el fosfato en fase líquida son ejemplos de electrolitos.
La palabra electrolito deriva del Griego antiguo ήλεκτρο- (ēlectro-), prefijo relacionado con la electricidad, y λυτός (lytos), que significa "capaz de desatarse o soltarse".
Por ejemplo, el dióxido de carbono reacciona con agua para producir una solución que contiene iones hidronio, bicarbonato y carbonato.
Las propiedades de los electrólitos pueden ser explotadas usando la electrólisis para extraer los elementos químicos constituyentes.
En fisiología, los iones primarios de los electrólitos son sodio (Na+), potasio (K+), calcio (Ca2+), magnesio (Mg2+), cloruro (Cl−), hidrógeno fosfato (HPO42−) y bicarbonato (HCO3−).
Existen varios mecanismos en las especies vivientes para mantener las concentraciones de los diferentes electrólitos bajo un control riguroso.
Sin suficientes niveles de estos electrólitos clave, pueden generarse debilidad muscular o severas contracciones musculares.
[cita requerida] El balance de electrólitos se mantiene por vía oral o, en emergencias, por administración vía intravenosa (IV) de sustancias que contienen electrólitos, y se regula mediante hormonas, y generalmente los riñones eliminan los niveles excesivos.
Los atletas que no consumen electrólitos bajo estas condiciones corren el riesgo de sobrehidratación (o hiponatremia).
Debido a que las bebidas deportivas típicamente contienen niveles muy altos de azúcar, no son recomendables para su uso regular por niños.
Los dentistas recomiendan que los consumidores regulares de bebidas deportivas tomen precauciones contra la caries dental.
[cita requerida] Los conductores electrolíticos pueden utilizarse en dispositivos electrónicos donde la reacción química en la interfase metal/electrólito produce efectos útiles.
[cita requerida] Los electrólitos secos son: esencialmente, geles en una estructura molecular cristalina flexible.
Estos líquidos y disoluciones tienen partículas con movilidad pero sin carga; por lo tanto, no son conductores de electricidad.