Electroformado

Los mandriles conductores (metálicos) se tratan para crear una capa de separación mecánica, o se pasivan químicamente para limitar la adhesión de la electroforma al mandril y así permitir su posterior separación.

El proceso continúa hasta que se alcanza el espesor de electroformado requerido.

Esta tendencia se puede reducir añadiendo revestimientos, o segú.

Este proceso permite una réplica precisa de la textura y la geometría de la superficie del mandril a un bajo costo unitario con alta repetibilidad y un excelente control del proceso.

[5]​ En comparación con otros procesos básicos de conformado de metales (fundición, forja, estampación, embutición profunda, mecanizado y manufactura), el electroformado es muy efectivo cuando los requisitos exigen tolerancias extremas, formas complejas o peso ligero.

La precisión y resolución inherentes al sustrato con patrón conductor producido fotolitográficamente, permite que se reproduzcan las geometrías más finas con tolerancias más estrictas, mientras se mantiene una definición de borde superior con un acabado casi óptico.

Proceso de electroformado
Detalle del proceso de electroformado