Fueron las quintas elecciones provinciales desde la restauración de la democracia en Argentina en 1983, así como los novenos comicios rionegrinos desde la provincialización del territorio en 1958.
[3] Sin embargo, diez días antes de las elecciones, el expresidente Raúl Alfonsín visitó la provincia para hacer campaña junto al gobernador y ambos sufrieron un accidente automovilístico.
Verani salió ileso, mientras que Alfonsín resultó herido de gravedad, llegando a temerse por su vida.
[4] Aunque más tarde se recuperó totalmente, el suceso provocó una reacción favorable al radicalismo entre la población, conocida como «voto sentimental» o «efecto Alfonsín».
[5][6] Finalmente, Verani logró una amplia victoria del 48,61% de los sufragios positivamente emitidos sobre el 41,72% obtenido por Costanzo, que sufrió su tercera derrota gubernativa.
La coalición radical obtuvo una holgada mayoría absoluta en la legislatura, con 25 escaños contra 17 de la alianza justicialista y uno para el Frente Grande.
[8] Con respecto al Frente para el Cambio, este enfrentó una dura crisis de cara a las elecciones legislativas por la disputa interna entre los dirigentes del PJ y el MPP, Pichetto y Salto, luego de que este último exigiera la realización de internas para elegir al primer candidato a diputado nacional por la coalición.
Semanas después, Verani confirmó su candidatura, con el vicegobernador Bautista Mendioroz nuevamente como compañero de fórmula, proclamando que la reelección del binomio gobernante era «no negociable», y afirmando que la UCR «no necesitaba» al FREPASO para ganar.
[8] El Partido Demócrata Cristiano adhirió a la coalición veranista para la elección gubernativa, pero presentó sus propia listas para diputados provinciales.
[15] El candidato a gobernador de 1995, Omar Lehner, se manifestó disconforme con la resolución, anunciando su alejamiento como militante.
[17] De cara a los comicios, el radicalismo aparecía posicionado luego de haber conseguido instalar en la sociedad la idea de que el ajuste económico era inevitable para alcanzar un equilibrio fiscal, a lo que se sumaba la debilidad tanto del justicialismo (que a nivel nacional había aplicado políticas económicas similares, defendidas por su candidato provincial) como del Frente Grande (que había formado una alianza nacional con el radicalismo), para criticar directamente las políticas económicas del oficialismo.
Enfrentando críticas por volverse a presentar como candidato después de haber sufrido dos derrota sorpresivas teniendo varios factores a su favor, Costanzo declaró en una entrevista que su candidatura era el resultado del control político que, como dirigente, pudiera tener dentro del control de su partido, afirmando que él era el dirigente provincial que mejor representaba tal «control político», llegando incluso a colgarse afiches de campaña que decían «Costanzo 2003» (en alusión tanto a una posible reelección si ganaba los comicios o a un cuarto intento si perdía).
[19] El 18 de junio, nueve días antes de las elecciones, mientras Alfonsín y Verani se dirigían a un acto en Ingeniero Jacobacci, la camioneta que transportaba a Alfonsín volcó y el expresidente salió despedido por el parabrisas del vehículo, fracturándose diez costillas (tres de las cuales ingresarían en un pulmón).
Verani votó a las 13:20 en la Escuela San Agustín de General Roca, en donde permaneció el resto del día, acompañado por amigos y familiares, dirigiéndose más tarde al local partidario de la ciudad a esperar los primeros cómputos.
[7] Costanzo se comunicó con Verani para reconocer la derrota pasadas las 20:00 del mismo día, apenas se conocieron los primeros cómputos y con solo 5% de las mesas escrutadas, declarando que «el pueblo prefirió el modelo de Verani»,[5] aunque insistió en que «este es un mal gobierno».
[6] Verani declaró durante los festejos posteriores en General Roca que no podía acachar la victoria a nada en particular, tal y como tampoco podría hacerlo de haber resultado derrotado, pero finalmente dedicó el triunfo al expresidente Alfonsín y a la fórmula De la Rúa-Álvarez.
[6][5] Los candidatos participaron en la celebración y De la Rúa afirmó que la victoria correspondía a Alfonsín, definiéndolo como un «triunfador» que «vino a poner el hombro y casi deja la vida».
Verani se impuso por variados márgenes en nueve de los trece departamentos: Avellaneda, Bariloche, Conesa, General Roca, Nueve de Julio, Ñorquincó, Pichi Mahuida, San Antonio y Veinticinco de Mayo; mientras que Costanzo solo logró triunfar en los cuatro departamentos restantes: Adolfo Alsina, El Cuy, Pilcaniyeu y Valcheta.
Sin embargo, esta victoria no le sirvió en última instancia para invertir el aplastante triunfo de Verani en las localidades del Alto Valle, región más poblada de la provincia y bastión tradicional del radicalismo, así como en San Carlos de Bariloche (cuyos resultados habían jugado un importante papel en que Costanzo casi derrotara a Verani cuatro años atrás), donde el oficialismo logró un pacto con un movimiento vecinal que le permitió sumar votos.
Sin embargo, en realidad el voto no positivo absoluto fue inferior al de las anteriores elecciones (18.932 en 1995, aunque con una participación mucho mayor), cuando Río Negro padecía una fuerte crisis fiscal, y se vería ampliamente superado en las siguientes elecciones en 2003, con 22.695 votos en blanco o anulados.