[6] Este periodo busca garantizar la equidad en la contienda electoral y prevenir actos anticipados de precampaña o campaña.
Adán Augusto López encabezó la lista con 338 denuncias, seguido de Claudia Sheinbaum con 327 y Xóchitl Gálvez con 196.
[13][14][15] El INE también emitió sanciones contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, ordenándole colocar una advertencia al inicio de sus conferencias matutinas.
[16] Ante las denuncias presentadas, el Instituto Nacional Electoral analizó el caso y decidió autorizar los procesos internos de selección siempre que estos no se promocionaran explícitamente como eventos de campaña presidencial ni llamaran a votar por un partido o persona.
[17] Sin embargo, posteriormente el INE emitió multas a algunos participantes por incumplir las limitaciones establecidas sobre los procesos internos de selección.
[28][29] Entre los interesados se encontraban la senadora Indira Kempis Martínez, el gobernador de Nuevo León Samuel García, y otros seis ciudadanos como Ana María Moreno Hernández, Lorena Romo Vite, Francisco Javier Rodríguez Espejel, Javier Gerardo Limones Cerniceros, Benjamín Antonio Russek de Garay y Ernesto Miguel Sánchez Ruiz.
[38] Los seis candidatos aprobados por el Instituto fueron Rocío Gabriela González Castañeda, Ulises Ernesto Ruiz Ortiz, exgobernador de Oaxaca, César Enrique Asiain del Castillo, María Ofelia Edgar Mares, Hugo Eric Flores Cervantes, fundador del extinto Partido Encuentro Social, y el actor José Eduardo Verástegui Córdoba.
Más adelante, se sumaron otros tres candidatos: Fernando Mauricio Jiménez Chávez, Manuel Antonio Romo Aguirre e Ignacio Benavente Torres.
El aspirante que más firmas logró acumular fue Eduardo Verástegui, quien solo alcanzó el 14 % de los apoyos requeridos.
[42] Las encuestas revelan que la delincuencia y la violencia se encuentran entre las principales preocupaciones de los votantes para las próximas elecciones.
[44] Si bien las tasas de homicidio han disminuido desde entonces, siguen siendo más altas que los niveles previos a 2018.
[46] La candidata Xóchitl Gálvez ha sido una crítica abierta del enfoque de «abrazos, no balazos» y propone una respuesta más firme a la delincuencia.
Su plan incluye fortalecer las fuerzas policiales estatales mediante el aumento de salarios, capacitación especializada y mejores recursos.
Tanto Xóchitl Gálvez como Claudia Sheinbaum apoyan los programas sociales establecidos por la administración saliente y se han comprometido a no abolirlos.
[55] En su sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador intentó sin éxito aprobar reformas electorales en múltiples ocasiones.
[58] Sheinbaum sugirió aprobar la reforma electoral de López Obrador si la administración saliente no lo hacía, apoyando la reducción de presupuesto del INE y abogando por que los consejeros y jueces electorales sean elegidos por voto popular.
Además, propuso una reforma constitucional para evitar la reelección para cualquier cargo de elección popular.
[66] El 6 de marzo, el INE seleccionó a los periodistas Denise Maerker y Manuel López San Martín como moderadores del debate.
[68] El debate se caracterizó por tener pocas propuestas y un predominio de ataques personales.
[74] A Máynez le resultó muy difícil hacerse notar, ya que se vio eclipsado por las dos candidatas más populares.
[61] El 28 de marzo, el INE seleccionó a los periodistas Adriana Pérez Cañedo y Alejandro Cacho como moderadores del debate.
[80] Máynez fue en gran medida ignorado por las otras candidatas, lo que le permitió exponer sus propuestas, con ataques periódicos dirigidos hacia Gálvez.
[84] Originalmente, el formato del debate habría permitido a los candidatos interactuar directamente entre sí,[61] pero el 9 de mayo, las campañas acordaron un nuevo formato en el que los candidatos enviarían preguntas a los moderadores, quienes luego las seleccionarían y harían.
[85] Durante el debate, Claudia Sheinbaum defendió la política de seguridad de López Obrador y se comprometió a continuar abordando la lucha contra el narcotráfico desde una perspectiva social, mientras que Xóchitl Gálvez afirmó que «se acabaron los abrazos a los delincuentes» en referencia al lema de López Obrador «abrazos, no balazos» y se comprometió a fortalecer la Guardia Nacional, así como las fuerzas policiales estatales y locales.
[87] Varios comentaristas criticaron el formato del debate y la eliminación de la interacción directa, argumentando que obstaculizó un diálogo significativo.