Fueron convocadas las elecciones por parte del presidente Eloy Alfaro para escoger a su sucesor presidencial, bajo la Constitución de 1897.
El primero contaba con la oposición política conservadora, que le atribuía el asesinato del joven periodista Víctor León Vivar; García no era muy conocido en el país, y el tercero estaba invalidado legalmente por haber desempeñado la vicepresidencia de la República entre 1897 y 1899.
Ante el fracaso de esas candidaturas, José Peralta, Abelardo Moncayo Esparza y el ambateño Juan Benigno Vela Hervas intercedieron reiteradamente ante el presidente Alfaro para que apoyara a Leonidas Plaza, general manabita que había sido designado presidente de la cámara de diputados, quién tenía una postura más moderada que Alfaro y conexiones con sectores bancarios y comerciantes.
Finalmente, Alfaro cedió ante la presión y apoyó a Plaza.
El triunfo de Plaza fue notorio al obtener 65.781 votos contra los 7.915 de Lizardo García, los 182 del general Manuel Antonio Franco y los 196 votos a favor de otras personas.