El candidato ganador Julio Acosta García, ex diputado y ex canciller del gobierno derrocado por Tinoco, había sido precisamente uno de sus férreos opositores y líder de grupos armados antitinoquistas, lo que le valió una gran popularidad.
Esto a pesar de que fueron polémicas su afiliación como masón y teósofo, al menos entre algunos sectores de la Iglesia Católica, si bien la controversia no pasó a más.
[1] El tinoquismo se agrupó en torno al recién fundado Partido Demócrata y postuló como candidato al doctor José María Soto Alfaro,[2] denotado tinoquista, dos veces diputado y hermano del expresidente Bernardo Soto Alfaro.
El líder de la rebelión anti-tinoquista y candidato del Partido Constittucional Julio Acosta fue prácticamente candidato único,[2] si bien el tinoquismo se reorganizó en el Partido Demócrata y postuló a José María Soto Alfaro.
[2] No obstante, ser tachado de «tinoquista» en ese momento resultaba peligroso, así que el acostismo fue a las elecciones tanto presidenciales como parlamentarias prácticamente sin oposición.