Elecciones presidenciales de Argentina de 2003

Kirchner salió segundo en la primera vuelta con 22,25% de los votos y superó al también peronista y expresidente Carlos Menem, quien había salido primero con 24,45%, al no presentarse este último a competir en el balotaje.

La Unión Cívica Radical por su parte sufrió una debacle electoral recibiendo tan solo el 2.34% de los votos y quedó sexto.

Las demás fuerzas no superaron el 2% de los votos, y la participación fue del 78.21%.

Menem ganó en doce de los 24 distritos electorales (Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, La Rioja, Misiones, Salta, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán), Kirchner ganó en ocho (Buenos Aires, Chubut, Formosa, Jujuy, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur), Rodríguez Saá ganó en tres (Mendoza, San Juan y San Luis) y López Murphy en uno (Capital Federal).

En la actualidad, esta sería la última vez de que una fórmula presidencial y vicepresidencial ganadora no estuvo conformada por una mujer.

[2]​ Ante este panorama, el PJ se acabó dividiendo debido a que no encontraba consenso para presentar una sola candidatura, y acabó llevando tres candidatos: Carlos Menem, quien ya había dicho que volvería a presentarse a un tercer mandato en 2003, Néstor Kirchner, Gobernador de la provincia de Santa Cruz, y Adolfo Rodríguez Saá, quien ya había sido Presidente interino durante unos días tras la renuncia de De la Rúa, se presentaron a las elecciones bajo un mismo partido político, pero con distintas coaliciones.

[2]​ Otros dos candidatos, salidos de las filas del radicalismo, eran Elisa Carrió, con su Alianza Afirmación por una República Igualitaria, y Ricardo López Murphy, que había establecido el movimiento de tendencia liberal y centroderechista Recrear para el Crecimiento.

[3]​ En un principio, esta medida agudizó la crisis y el peso llegó a perder un 75 % de su valor en 6 meses.

La situación con vistas a las elecciones presidenciales se presentaba inestable y sin liderazgo establecido.

Éste, sin embargo, prefirió no presentar su candidatura; Duhalde trasladó sus preferencias a De la Sota, con quien tampoco pudo alcanzar un acuerdo estratégico.

Sin embargo, la situación interna del justicialismo no estaba resuelta y si bien el apoyo de Duhalde era significativo, no garantizaba de por sí que Kirchner resultara el candidato presidencial.

Así, el 24 de enero, y con el argumento de que los tres aspirantes que quedaban en carrera (Kirchner, Rodiguez Saá y Menem, que había incorporado a Romero como candidato a vicepresidente) presentaban programas contrapuestos, el congreso del Partido Justicialista tomó una decisión inédita: suspender la elección interna y permitir a todos los precandidatos el uso de los símbolos partidarios comunes para presentarse a la elección general, siendo esta la llamada "ley de neolemas".

Carrió estableció Afirmación para una República Igualitaria (ARI) de tendencia centroizquierdista; mientras que López Murphy fundó Recrear para el Crecimiento, de carácter liberal conservador y liberal clásico.

Tal fue el caso del candidato a vicepresidente de Rodríguez Saá, Posse, por presentar dicha precandidatura.

Duhalde había dado su apoyo tácito a Kirchner y la mayoría de los medios lo nombraban como "el candidato del oficialismo", lo que le garantizaba su bastión en el Gran Buenos Aires, que albergaba a un 38% del electorado.

[18]​ Durante la mayor parte de la campaña, López Murphy dio por sentada su entrada en la segunda vuelta contra Menem.

[26]​ Walsh hizo campaña resaltando los beneficios de los gobiernos de izquierda que habían comenzado a surgir en la región, particularmente en Brasil (con Luiz Inácio Lula da Silva) y Venezuela (con Hugo Chávez).

Los dos candidatos que más posibilidades presentaron de llegar hasta ese lugar fueron López Murphy y Kirchner.

[cita requerida] Mientras que la mayoría simple de Menem era predecible, dada la escasa diferencia en las encuestas entre López Murphy y Kirchner, muy pocas encuestadoras predijeron un segundo lugar claro, y la diferencia entre ambos caía en el margen de error.

Contrario al lugar que tenía al comenzar la campaña, Kirchner se posicionó en segundo lugar con el 22%, habiendo triunfado en la Provincia de Buenos Aires, Jujuy, Formosa y en toda la patagonia argentina.

López Murphy obtuvo una estrecha pluralidad en Capital Federal, siendo el único distrito donde no triunfó un candidato justicialista.

Los tres candidatos justicialistas obtuvieron abrumadoras mayorías en sus provincias de origen, de las cuales también habían sido gobernadores, con Menem obteniendo el 81.93% en La Rioja, Kirchner un 79.25% en Santa Cruz, y Rodríguez Saá un 87.39% en San Luis.

Durante la campaña para la segunda vuelta, casi todas las fórmulas derrotadas declararon su apoyo a Kirchner.

[74]​ Con este escenario, las encuestas daban ahora a Kirchner una abrumadora victoria récord, cercana al 70% de los votos.

Resultados por departamento: 288 Menem / Romero (53,33%) 155 Kirchner / Scioli (28,70%) 52 Rodríguez Saá / Posse (9,63%) 34 López Murphy / Gómez Diez (6,30%) 10 Carrió / Gutiérrez (1,85%) 1 No votó (0,19%)