[1] El Partido Comunista Húngaro, que había sufrido una aplastante derrota en las anteriores elecciones, consolidó formalmente su poder utilizando la táctica del salami.
Este hecho, combinado con el debilitamiento de la oposición y una nueva ley electoral, condujo a mayores ganancias comunistas.
En el verano de 1947, durante la ocupación soviética, Hungría se preparaba para unas nuevas elecciones.
A pesar de haberse mostrado cercano a la idea del Plan Marshall el año anterior, el 10 de julio, el gobierno húngaro declaró su abstención para con la conferencia en la que se discutiría el mismo, por presión del Ejército Rojo.
[6] A pesar a la desmoralización del Partido de los Pequeños Propietarios, este pudo mantener un gobierno de coalición con el Partido Popular Democrático, que obtuvo un buen resultado, cosa que preservaría, al menos hasta la unificación forzosa de todos los partidos políticos dos años más tarde, la débil democracia húngara.