Esta elección marcó la primera vez que un candidato a la intendencia por el justicialismo no logra obtener el 50 % de los votos.
En los comicios se renovó la mitad del Concejo Deliberante, que cuenta con doce bancas.
Se presentaron once precandidatos a la intendencia por ocho partidos políticos distintos.
[1] Para pasar a la elección general, es requisito sacar más del 3% de los votos, además de ganar la interna del partido al que se representa.
El cargo a la intendencia se disputó entre los cuatro candidatos que lograron superar las elecciones primarias.