[3] Stroessner, que cumplía un mandato acortado de cuatro años para culminar el período inconcluso del derrocado presidente, Federico Chaves, se presentó a la reelección para un segundo mandato.
Para entonces, ya había aplastado a la mayoría de su oposición interna, por lo que fue el único candidato en disputar la contienda.
Sin embargo, las circunstancias políticas del país no variaron, y en la práctica el país continuó siendo una dictadura personalista, con Stroessner detentando el poder hasta su derrocamiento en febrero de 1989.
El nuevo gobierno, de carácter ferozmente anticomunista, renovó el estado de sitio cada noventa días durante los siguientes años, y justificó su represión como una medida necesaria para proteger al país.
Debido a que desde 1947 no había ningún partido de oposición legal, todas las elecciones habían sido con una lista única del Partido Colorado, tanto para la presidencia como para el poder legislativo, por lo que en la práctica las elecciones eran plesbicitarias.