Tomás Romero Pereira

Entre 1899 y 1901 sus estudios secundarios se cumplen en el Colegio Nacional de Encarnación.

Apenas traspuesto el 5.º curso obtiene, por méritos, una beca que le fue conferida por parte del gobierno argentino para proseguir sus estudios en el Colegio Militar de la Nación.

El congreso nombra como su sucesor al Dr. Pedro Pablo Peña, iniciándose un efímero gobierno colorado.

A pesar de las fuerzas desplegadas, los republicanos fueron derrotados por los rebeldes afines al Partido Liberal.

Durante la contienda liberal de 1908, Romero Pereira había renunciado a combatir en el ejército oficialista, debido a los problemas que lo enfrentaban con los liberales, al firmar su renuncia había mencionado que "así terminó mi corta odisea en el ejército liberal".

Es exiliado con un grupo de opositores al régimen a Buenos Aires, donde ya había estado años anteriores, entre ese grupo de exiliados figuraba el general Bernardino Caballero, fundador y principal referente del Partido Colorado.

Retornó al exilio en Argentina donde finaliza los previos aprendizajes obtenidos de Arquitectura.

Posteriormente, al finalizar el conflicto fue desarticulado trasladándose por segunda vez al Brasil, realizando luego paradas en Chile, Perú, Venezuela y Estados Unidos, para retornar nuevamente a Francia, en donde se hace con la dirección de una importante casa de edición desde la cual realizó importantes labores culturales.

A su regreso al Paraguay, en 1926, realiza tareas de índole profesional.

Desde 1930 comenzó a integrar cargos dentro de la administración general del Partido Colorado.

La convención general del Partido reunida en diciembre de 1931, durante la presidencia del Dr. Eduardo Fleitas, quien fungía como presidente de la ANR, lo eligió a Tomás Romero Pereira como sucesor y finalmente desde diciembre de 1931, Romero Pereira, comenzó a dirigir los destinos del Partido Colorado.

Asumió la presidencia de manera interina el entonces vicepresidente Emiliano González Navero.

Tiempo después fue comisionado a la dirección de Estado Mayor General desempeñándose como Jefe del segundo Departamento (referido a las informaciones estratégicas) en donde estuvo hasta enero de 1935.

Entre los nominados para formar parte de dicho organismo estaba Tomás Romero Pereira.

Natalicio González corrió con la misma suerte al ser derrocado en enero de 1949, durante este año 4 presidentes pasaron por el gobierno paraguayo: Juan Natalicio González, Raimundo Rolón, Felipe Molas López y por último, Federico Chaves.

Durante el gobierno de Federico Chaves, Tomás Romero Pereira desempeñó diversas labores tanto en los diferentes ministerios como en el seno de la administración del Partido Colorado.

Poco a poco el Partido Colorado y las Fuerzas Militares (a excepción de la Caballería y la Policía) iban retirando su respaldo al presidente.

Enciso Velloso en aquel entonces ejercía la presidencia del Partido Colorado, mientras que Romero Pereira la vicepresidencia de dicha entidad.

La búsqueda por un sucesor presidencial fue intensa, comenzando ya a primeras horas del 5 de mayo, mociones iban y venían, hasta que finalmente el propio Partido Colorado, reunido en pleno, propuso a su presidente, Tomás Romero Pereira como sucesor de Chaves.

Durante la administración de Romero Pereira, varias fueron las negociaciones entre el Partido Colorado y Alfredo Stroessner para que este último logre ser nominado por el Partido Colorado como candidato a la presidencia para las elecciones generales de 1954.

El comunicado fue firmado por el entonces presidente del Partido Colorado, José Zacarías Arza, y por los secretarios, Enrique Zacarías Arza y Martín Valiente Gómez.

Ejerció la administración partidaria hasta la convención nacional establecida en septiembre de 1960, legando el cargo al también caudillo colorado J. Bernardino Gorostiaga.

Pero también con su propio dinero, fundó diversa bibliotecas públicas a nivel país.

El 15 de agosto de 1968 Stroessner le solicita que reasuma las funciones ministeriales en el Ministerio sin cartera, aceptando Romero Pereira volver al cargo, función que cumplió hasta sus últimos días.

Antes, la convención nacional del Partido Colorado lo condecoró con la máxima distinción honorífica que el Partido Colorado otorga a sus afiliados: la “Medalla al mérito General Bernardino Caballero”.

También se determinó rendir honores en su calidad de extinto expresidente colorado, conforme a lo establecido.

Acudieron a dicho velatorio distinguidas autoridades nacionales y extranjeras, entre ellas el presidente Alfredo Stroessner.

Ante su ataúd desfilaron aquellas personalidades con quienes entabló una amistad duradera a lo largo de su vida y actuación política.

Romero Pereira junto a su madre y hermanos.
Romero Pereira en uniforme militar, 1911.