El Partido Liberal, gobernante y hegemónico desde 1908, se encontraba en ese momento dividido en dos facciones, los "liberales porristas", que respondían al presidente saliente Belisario Porras (impedido para presentarse a un segundo mandato de acuerdo con la constitución vigente) y los "liberales chiaristas", que se encolumnó detrás de la figura de Rodolfo Chiari.
Chiari se presentó como candidato, apoyado por su facción del liberalismo, así como por el opositor Partido Conservador.
No hubo más candidaturas y ambos contendientes pertenecían al Partido Liberal por la abstención conservadora.
La elección se consideró "perfectamente ordenada" por los medios de comunicación.
[1] Sin embargo, se denunció posteriormente que las elecciones habían sido fraudulentas, haciéndose uso del relleno de urnas con "votos fantasmas" (técnica conocida coloquialmente en el país como paquetazo) en las zonas donde era más difícil para la oposición controlar el proceso.