El resultado era una victoria para el Partido Liberal, el cual ganó 240 de los 466 asientos.
Las elecciones marcaron cambios importantes en el sistema político japonés.
Primero el Partido Socialista de Japón tras los malos resultados obtenidos en las elecciones de 1949 acabaron estallando las diferencias entre las facciones más moderadas lideradas por Jōtarō Kawakami y las radicales bajo el liderazgo de Sanehiko Yamamoto y Mosaburō Suzuki.
Dentro del oficialista Partido Liberal las cosas no eran mejores, se presentaban ya tensiones entre el sector del partido que apoyaba al Primer Ministro Shigeru Yoshida y la oposición interna de Ichirō Hatoyama antiguo líder en las elecciones de 1946.
Comparando sus resultados con las anteriores elecciones se registró un aumento de millón seiscientos mil votos y 15 escaños.