Elecciones generales de Guyana de 1985

Pese al boicot, el PPP recibió 8 bancas, TUF retuvo sus dos diputados, y la WPA logró la representación parlamentaria por primera vez con un escaño.

Después de usar su mayoría parlamentaria para extender dos veces su mandato (1978 y 1979) y un referéndum fuertemente manipulado para abolir los referéndums constitucionales, la Asamblea Nacional redactó una nueva constitución que, entre otras cosas, incrementaba al máximo los poderes de la jefatura de estado, así como descentralizaba el poder político, dividiendo el país en diez regiones, cada una con su propio Consejo Democrático Regional.

En las primeras elecciones generales bajo la misma, el PNC retuvo los dos tercios del legislativo, así como la mayoría en los diez Consejos Democráticos Regionales, y la presidencia de la república bajo el liderazgo de Burnham.

Hoyte respondió a las críticas alegando que, con sus concesiones, el PPP ya no tenía ninguna base creíble para denunciar fraude.

Jagan, en una carta separada a Bollers, le preguntó sobre la selección y los nombramientos de Hammond y otros funcionarios electorales sin que la Comisión Electoral tenga un papel de supervisión en el proceso.

Esta emitió finalmente un tibio mensaje, acordando permitir que los agentes electorales opositores pudieran acompañar las urnas.

El país está dividido en diez regiones, que a su vez actúan como distritos electorales uninominales para la elección de 10 escaños, siendo los otros 2 designados por el Congreso Nacional de Órganos Democráticos Locales.

[4]​ Todo ciudadano guyanés mayor de dieciocho años tiene derecho a voto, mientras que todo aquel que cumpla los requisitos previos de ciudadanía y, al mismo tiempo, tenga comprensión suficiente del idioma inglés como para tomar parte en los procedimientos legislativos, tiene derecho a ser elegido diputado.

El voto no es obligatorio, pero la participación electoral de todas formas suele ser alta.

Durante el cierre de su campaña electoral, Hoyte se presentó ante una multitud de simpatizantes en Nueva Ámsterdam, proclamando que "el progreso nunca ha cesado en este país, y nunca césara".