Elecciones generales de Granada de 1995

La participación, que ya había decaído en las anteriores elecciones, cayó a un 61,74% del electorado registrado.

[5]​ Aunque el GULP había sido el segundo partido más votado y con más escaños en las elecciones de 1990, el laborismo granadino había profundizado su declive en votos y el panorama opositor pareció dominado desde el principio por el Nuevo Partido Nacional, presidido por el parlamentario Keith Mitchell.

A principios de mayo, dos semanas antes de la fecha límite del mandato constitucional, Brizan solicitó al Gobernador General Reginald Palmer la disolución del Parlamento y la convocatoria a elecciones generales.

El sistema electoral para las elecciones a la Cámara de Representantes sería el escrutinio mayoritario uninominal.

[12]​ Todos los electores calificados con domicilio o residencia en el país o residencia durante al menos doce meses inmediatamente antes de la votación y que supieran leer y hablar en inglés con fluidez tendrían derecho a presentarse como candidatos.

Quedarían excluidos los que tuvieran una quiebra no liquidada, debieran lealtad a un estado extranjero, fueran declarados mentalmente insanos o pesara sobre ellos una sentencia de muerte o prisión superior a un año, así como determinados funcionarios del gobierno.

[12]​ El partido político que obtuviera una mayoría en la Cámara de Representantes o lograse reunir los respaldos para gozar de la confianza del cuerpo tendría derecho a formar gobierno, y su líder sería nombrado primer ministro.

El pequeño Partido Republicano Unido, liderado por Antonio Langdon, disputó siete circunscripciones (una por debajo de lo necesario para aspirar a una mayoría absoluta).

El principal foco de debate fue el impuesto sobre la renta instaurado por el gobierno, que la oposición se comprometió a abolir.

[15]​ El oficialista Congreso Nacional Democrático centró su campaña en la estabilidad y la posición de Granada ante la comunidad internacional.

Brizan también explotó sus amplias conexiones internacionales, buscando retratarse como el candidato que los mercados exteriores tomarían más en serio.

[11]​ No obstante, el NDC tuvo que encarar las elecciones con su credibilidad ante la juventud notoriamente afectada y una serie de conflictos internos entre Brizan y Francis Alexis, su cofundador, que abandonaría el partido después de los comicios.

Mitchell enfocó su discurso en el desempleo, buscando acceder a los votantes más jóvenes (un 60% del electorado) y acusando al gobierno de maquillar las cifras.

[16]​ El Partido Laborista Unido de Granada, liderado por el ex primer ministro Eric Gairy, realizó un amplio despliegue para recuperar fuerza electoral y, durante algunas semanas, medios de comunicación locales e internacionales consideraron factible que el GULP volviera al poder por primera vez desde la Revolución.

No obstante, el GULP enfrentaba todavía un fuerte desprestigio entre los votantes que habían vivido el período del régimen autoritario previo a la Revolución.

[11]​ Presidido por el intelectual Terry Marryshow, la formación concurrió a las elecciones con un discurso enfocado en la reivindicación del líder revolucionario Maurice Bishop (gobernante entre 1979 y 1983) y sostuvo un enfoque duramente crítico con el modelo económico vigente, con Marryshow declarando en múltiples ocasiones que «una nueva revolución» era inevitable en Granada.

El moderador fue Paul Scoon, que había sido Gobernador General entre 1978 y 1992, ejerciendo el cargo durante los gobiernos de todas las fuerzas políticas (incluyendo el régimen socialista) y había jugado un papel clave en la invasión de Granada.

Su victoria más aplastante fue en Saint George North West, donde Keith Mitchell retuvo su escaño con un 69,58 % de los votos (lo que fue por lejos el mejor resultado para cualquier candidato en la jornada), siendo la última ocasión hasta 2022 en la que obtuvo menos del 75 % de los votos.

El peor resultado para el NNP fue en Carriacou y Pequeña Martinica, donde Tobias Clement obtuvo el 6,50 % de los votos, convirtiéndose en el único candidato del partido que perdió su depósito y, hasta la fecha, en el último postulante del NNP en cualquier circunscripción que no ha logrado retenerlo.

En general, el partido experimentó una ligera hemorragia de votos ante el NNP en las áreas urbanas y ante el GULP en las áreas rurales y, aunque logró mantener un electorado estable, la atomización electoral que caracterizó la elección implicó que esto le costara al partido la victoria en varias circunscripciones ajustadas.

No obstante, la división de votos con otros partidos en áreas rurales le impidieron ganar escaños y retuvo solo dos circunscripciones, Saint Andrew South West con Clarence Rapier y Saint Andrew South East con Michael Baptiste.