En los días previos a la elección, el estado era gobernado por una coalición entre el Partido Socialdemócrata y los Verdes, con Peer Steinbrück como ministro-presidente.
La CDU había obtenido una mayoría de dos tercios en la Cámara alta nacional, el Bundesrat, lo cual obligaba a fijar una nueva elección para el Bundestag, ya que esta situación hacía el país ingobernable por la coalición del canciller Gerhard Schröder.
En general, el alto desempleo alemán, la impopularidad nacional del SPD y las reformas Hartz IV parecían haber hecho mella.
Esta elección marcó el debut del partido Trabajo y Justicia Social – La Alternativa Electoral, formado por militantes desencantados con lo que consideraban tendencias neoliberales mostradas por el SPD.
Además, el líder del SPD Franz Müntefering y el canciller alemán Gerhard Schröder anunciaron inesperadamente planes preliminares para llamar a una temprana elección federal en el otoño de 2005, declarando que la coalición federal necesitaba un nuevo mandato para continuar con las reformas.