Posteriormente viajó a Europa y trabajó en el estudio del Fletcher Steele.
Abrió su propia oficina en 1928, después de trabajar durante varios años con el conocido arquitecto Henry Atherton Frost.
[2] Desde joven se sintió atraída por las construcciones vernáculas simples -expresiones de la vida rural norteamericana- evitando las grandes fachadas y los estilos exclusivamente modernos que eran populares entre sus contemporáneos.
La “Dover Sun House” En 1948 se llevó a cabo una de sus obras más ambiciosas, la Dover Sun House, una casa innovadora, dotada con colectores solares térmicos, realizada junto a la doctora Mária Telkes del Laboratorio Solar del MIT y la financiación de la escultora Amelia Peabody.
Esta sal almacena el calor siete veces más eficientemente que el agua.